jueves, 4 de abril de 2013

Empanadillas de bonito

Llevo mucho tiempo sin publicar recetas en el blog, aunque sigo haciendo de todo en la cocina, e incluso lo documento fotográficamente, pero no remato la faena subiendo las fotos y añadiendo el texto correspondiente, para que algun navegante errante se decida por repetir la experiencia. 
Hoy os dejo una "receta de batalla", es decir una receta sencilla incluso apta para los más zotes.  Si te lo propones puedes incluso prepararlas con latas y productos acabados.  Ten en cuenta que las empanadillas admiten muchos rellenos, tanto dulces como salados. Esta opción es de las más habituales. A mi me trae recuerdos de cuando éramos chavales. Como el bocata de chocolate Elgorriaga. 

INGREDIENTES

  • Una bolsa de empanadillas la Cocinera ( yo prefiero las de mayor diámetro).
  • Tomate frito (preferiblemente casero; a mi no me convence ninguno de bote)
  • Una lata de atún en aceite de oliva. 
  • Unas alcaparras (opcional)
  • Un huevo duro
  • Un huevo batido. 
  • Sal
  • Pimienta



Ponemos papel sulfurizado sobre la bandeja del horno. Mientras preparamos el relleno vamos precalentando el horno 180º. 
Mezclamos el tomate, el huevo duro picado, el atún al que habremos quitado el aceite y las alcaparras finamente picadas. Salpimentamos.  Rellenamos una mitad de las obleas con la mezcla anterior, después doblamos la parte sin relleno sobre la parte con relleno y lo sellamos con la ayuda de un tenedor.  




Colocamos las empanadillas rellenas sobre la bandeja de horno. Sólo queda pinchar cada una con el tenedor,  para que el vapor que sueltan durante el horneado tenga una vía de escape.


Pintamos cada una con el huevo batido. Eso le dará un brillo característico.


Hornear 10 minutos dejar enfriar y listo.


Hay quien las prefiere fritas en aceite. Creo que salen muy aceitosas y son más indigestas. Pero sobre gustos no hay nada escrito. Tú decides.


jueves, 28 de febrero de 2013

Raviolis rellenos de espinacas y pasas



Hoy tras mucho tiempo inactivo me decido por publicar una receta para pasar un buen rato en la cocina. La elaboración de pasta fresca es uno de esos hitos que cualquier cocinillas debe superar. Una vez que te has decidido descubrirás que se te abre un mundo de posibilidades. 
Hoy empezaremos por unos raviolis rellenos. 

INGREDIENTES:

  •  300 gramos de harina
  • 3 huevos
  • sal
  • aceite
  • 200 gramos de queso ricota
  • 200 gramos de espinacas frescas
  • un ajo
  • piñones
  • pasas de corinto
  • sal y pimienta
  • 100 gr queso azúl
  • 120 ml de nata para cocinar




Comenzaremos por el relleno. Pondremos una sartén grande, con una cuchara sopera de aceite de oliva, a calentar. Cuando esté caliente añadimos el ajo picado finamente. Sin que se llegue a dorar añadimos las pasas de corinto y los piñones. Revolvemos con una cuchara de madera observando que no se quemen.


A continuación añadimos las espinacas en crudo. El calor hará que vaya soltando el agua.


A fuego mediano seguimos removiendo hasta que se evapore todo el agua que han ido soltando. 




Retiramos del fuego y dejamos enfriar y reposar. 



En un recipiente mezclamos las espinacas con pasas y piñones con el queso ricotta. Reservamos en el frigorífico. 

PASTA FRESCA

En un bol mezclamos la harina con los huevos y la sal. Amasamos a mano.




Seguiremos amasando sobre la mesa limpia. Para evitar que se pegue puedes añadir un poco de harina. Formamos una bola que cubriremos con papel film y dejaremos reposar al menos 30 minutos.


Ya tenemos lista la pasta fresca. Dividimos la masa en dos mitades que  extenderemos sobre la encimera limpia y enharinada con la ayuda de un rodillo.  Una mitad hará de base mientras que la otra la utilizaremos como tapa.



Disponemos el relleno. Con un pincel marcamos las bordes de los raviolis con agua para que la pasta se pegue bien.


Y cubrimos con la otra mitad. Otra manera de hacerlo, es disponer el relleno sobre la mitad de la pasta y doblar después la otra mitad sobre el relleno.



Recortamos los raviolis. Puedes hacerlo con un cuchillo. También puedes utilizar el utensilio específico de la foto. Si lo haces con el cuchillo será necesario que selles los bordes con un tenedor. Es el mismo procedimiento que se utiliza para sellar las empanadillas.





Poner agua abundante con sal y un chorrito de aceite a hervir. Cuando hierva añadir los raviolis. Cuando suban a la superficie estarán listos. Suelen pasar unos dos minutos. Dependerá del tipo de harina y del grosor de la pasta.

Los puedes servir así sin más o acompañarlos de una salsa.

SALSA:

En una sartén añadimos una nuez de mantequilla o de aceite. Una vez caliente añadimos el queso azul y la nata. Salpimentamos y dejamos hervir durante un minuto removiendo con una cuchara de madera.



Emplatamos

sábado, 5 de enero de 2013

Potaje de vigilia o bacalao con garbanzos


Receta clásica y con fundamento de la cocina española. Un plato que tiene sus orígenes, en la costumbre de evitar la  carne  los viernes de vigilia, pero que en la actualidad se consume cuando uno le viene en gana. Al menos es lo que hacemos nosotros, que no tenemos que esperar a esas fechas para meternos entre pecho y espalda un buen potaje de bacalao. Para aquellos de vosotros que rebusquéis recetas tradicionales españolas  aquí tenéis esta. Sencilla a la vez que espectacular. 

Es un plato contundente, para días fríos, pero bajo en colesterol. 

Ingredientes: (para cuatros tragaldabas)

  • 500 gramos de garbanzos 
  • 150 gramos de bacalao desmigado
  • 500 gramos de espinacas frescas
  • 1 cebolla picada en juliana
  • 2 tomates
  • tres huevos cocidos
  • 3 dientes de ajo
  • laurel
  • perejil
  • harina
  • pimentón dulce
  • aceite
  • sal y pimienta

Desalamos la víspera el bacalao a la vez que dejamos en remojo los  garbanzos.  Hay algunos que utilizan las migas de bacalao directamente sin desalar. Si no dominas las proporciones de sal, te recomiendo que desales previamente el bacalao. 



Al día siguiente ponemos a calentar tres litros de agua. Cuando el agua esté caliente, sin llegar a hervir, añadimos los garbanzos, el bacalao los dientes de  ajo y la hoja de laurel a la olla. Dejar hervir a fuego lento durante 2 horas. El tiempo de cocción dependerá del tipo de garbanzos.  


Pasadas las dos horas añadimos las espinacas que habremos lavado previamente con agua abundante. Dejaremos hervir otros 30 minutos mietras que añadimos los elementos restantes.



Ponemos una sartén con aceite a calentar. Cuando el aceite esté caliente añadimos la cebolla picada en juliana y un diente de ajo. Dejar que se poche a fuego moderado, es decir que quede transparente.  Añadimos una cucharada de de harina sin dejar de remover.




Seguidamente añadimos el pimentón, retirando la sartén de fuego para que éste no se pase. Seguimos removiendo con la cuchara de madera. Para ligar la salsa añadimos un poco de caldo, removemos y vertemos el contenido cuando esté homogéneo en el potaje.


Añadimos los huevos duros uno por cada dos comensales. Salpimentamos y dejamos unos minutos para que se atemepren los huevos y finalmente emplatamos. 



Plato suculento, original y sano.